exposición






  ALTERIDAD . NO TODO ESTA DICHO.


  El Arbol de Galeano / Rivadavia 435 / Tucumán / Argentina
   27 de noviembre al 23 de diciembre 2013





ALTERIDAD
.No todo está dicho.



Ella vuelve. En esa larga pista de aterrizaje,  sus pequeñas superficies portátiles encuadernadas, son pobladas de urgentes signos de un alfabeto visual, con el que va a ir construyendo paisajes recortados de su historia, para tener luego donde pisar. Si un sistema de escritura, está hecho básicamente para comunicar cosas a los demás, Carolina Cazón construye obras a partir de una plataforma para entenderse y abarcarse. Si se trata entonces de un sistema de autodefinición, ¿por qué exponerlo? Quizás porque la riqueza y complejidad de su sistema se basa en un corrimiento: lo que llega a nosotros y nos magnetiza, no es un contundente discurso público, sino el murmullo que emerge de esa discusión privada  

El dibujo, esos grafismos pequeños y sensibles de objetos y situaciones, que habitan tranquilamente los papeles que los sostienen, son a veces señalados, recortados y vueltos a pegar en otros papeles para configurar planos de ubicación psíquicos. Una operación de destierro y reubicación, donde la memoria, el tiempo y el espacio improvisan un triángulo amoroso. Posiblemente uno de los lugares más lejanos donde llega esa piedra lanzada, sea en “Escena y simulación I y II”: si los dibujos ya son por sí mismos islas rodeados del mar blanco del papel, éstos no son sólo recortados y vueltos a ubicar en otro mar, sino que se despegan de ese fondo, flotan, hacen evidente el estar y el no estar. Por un lado, develan la trampa del recorte, pero por el otro, lo bidimensional intenta desesperadamente saltar del plano hacia el espacio para existir. Un par de casitas en terrenos desterrados, marcan dos momentos del día con el sol y la luna insertados como brochettes, pero al querer existir al saltar fuera del plano, encuentra una nueva entidad de los cuerpos, la capacidad de proyectar sombra. Una sombra que depende de la fuente de luz, y del punto de vista del observador, dos factores  externos inestables y móviles que vuelven inestable y móvil el objeto que parecía definido y delimitado, determinando una suerte de eclipse. Como si todo esto fuera poco: el objeto representado se desdobla en forma de sombra, y a su vez ambas representaciones (la del objeto y la sombra del objeto), proyectan una sombra real (Escena y simulación II). Un efecto multiplicador que sirve para insistir sobre algo, pero al igual que una serie de fotocopias sucesivas a partir de un original, en cada copia, va desapareciendo gradualmente, la esencia del original. Y si esto sucede, es porque hay un cambio de perspectiva para llegar al Otro,  determinando el principio de alteridad. Lo que capturan entonces estas obras, son esas “imágenes movidas” entre una perspectiva y la otra, ese instante poderoso e inestable del viento antes de la tormenta. Si el desdoblamiento puede entenderse como la fracción de dos o más cosas a partir de una, en este caso, las figuras que habitan las obras de Carolina Cazón, parecen responder más bien al concepto de extensión de algo que estaba doblado, y por lo tanto no podía ser apreciado en su totalidad.
Totalidad que refleja la mente abierta del viajero que vuelve.
Totalidad cubierta con muchos y hermosos espacios vacíos, ya que por suerte: no todo
está dicho.

Pablo Guiot
Curador.











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